Carta a Helena ( El ahogao)
Domingo, 25 de octubre de 2025 Querida hermana: Te cuento que ayer vi a mamá sentada en el chinchorro, mirando hacia la cocina con un cubierto entre los dedos, que hacía las veces de un habano. No le dije nada ni me le acerqué, mientras me preguntaba: —¿Qué estará maquinando esta vez? Me senté a la mesa y, mientras sacaba mis cuadernos de la mochila, inevitablemente mi mirada me instaba a verla. Hasta que no me quedó más remedio que preguntarle: —¿Algo pasa, que yo no sepa? Ella, sin mirarme, simulando llevarse el tabaco a la boca, hizo una pausa y mientras exhalaba el humo imaginario, dijo en tono profundo y con la mirada puesta en la entrada de la cocina: — Hija, acaba de pasar lo impensable. Hizo otra pausa —típica de ella, para conservar el misterio—. Como vio que no pregunté más, continuó seria, diciendo: —¿Sabes? Por fin tuve la oportunidad de deshacerme de mi mayor enemigo: — ¡El ratón! — dijo casi con emoción. Abrí los ojos, expresando sorpresa. —¿Ajá? ¿...